El Faraones terminó en las pirámides. No en éstas, eh! |
Terminó el Rally Faraones 2012. Hoy decíamos que se nos ha
pasado toda una semana muy rápidamente. Sí. Muchas veces en la oficina esta
misma fracción de tiempo, una semana, cuesta taaaaaaaaanto pasar que cuando
llega el fin de semana estamos agotadísimos, y no tanto por lo físico, sino por
lo psicológico.
Desayunando en el desierto blanco. |
Pues aquí, nada de eso. Bueno, si, en lo psicológico, el
maldito Karim (de EgyptSat) me remató ayer nuevamente. Si hace un par de días
me fue casi imposible conectarme para meter el blog y a duras penas pude enviar
la crónica y la media docena de fotos que ilustran diariamente la noticia del
Rally Faraones en la web de SoloOffRoad, ayer me desenchufó el cable cuando
estaba metiendo la crónica y me dejó sin ganas de hacer nada más. Tenía la
impresión de que el chaval estaba intentando hacer lo máximo para satisfacer
nuestras necesidades (profesionales, se entiende, que es la de poder
conectarnos para enviar nuestro material), pero ayer cambié de opinión al
respecto, y como he podido darme cuenta aquí en Egipto, nuestros estándares y
los de aquí están a años luz. Son buena gente, pero se pueden hacer las cosas
con más diligencia.
Así que os quedasteis sin blog. Le podéis pedir
explicaciones al tal Karim.
Teníamos que irnos antes de medianoche porque queríamos
dormir a un centenar de kilómetros de Baharija, en pleno desierto blanco. Un
paraje sin igual, donde las figuras de cal se levantan como estatuas. Es
impresionante, parece un paisaje lunar… blanco. Ahí dormimos a la luz de la
luna ya no tan llena como dos días anteriores, pero con un cielo despejado
donde Edo nos mostró las principales estrellas.
Tiré la 2” y tuve mi apartamento preparado en segundos,
cierto. Pero antes de acostarme hice una prueba. Una prueba que, según me han
dicho los que la han visto, gusta mucho. Pues eso. Hice una prueba y el
resultado lo estáis viendo. Escribí Pharaons en una foto. Y no, no usé el
Photoshop. Es curioso que algunos fotógrafos me preguntaran cómo la hice!! Y
eso que la cámara era una compacta. Eso sí, con un buen objetivo, que es muy
importante.
Nos levantamos no tan temprano como los otros días, pero
casi, y preparamos el desayuno: café, panecillos y unas lonchas de jamón
serrano, chorizo ibérico y ‘llonganissa’ catalana que fue la sensación del día.
Le dije a Edo de abrir una botella de Rioja que me habían regalado, y le sonó
raro tomar un vasito de vino con el desayuno… Ahora que ya sabe el gusto que
tienen las cosas, repetirá en más de una ocasión.
Ramón tuvo que abandonar el rally. |
Edo tuvo que pisarle al acelerador para poder llegar a
tiempo al punto donde queríamos hacer las fotos porque íbamos justitos. Pero a
pesar de ello, llegamos y, aunque no fue una gran jornada, cada uno puso de su
parte para que el resultado final no fuera malo.
Cuando llegamos al vivac y pasé por el hospital de campaña
vi a Ramón Gutiérrez en la camilla, atado. Se cayó y se dañó en las cervicales
y tuvieron que llevarlo a hacer un escáner a Baharija. Una lástima, porque de
los españoles privados, era el que tenía mayor experiencia. Y un buen tío, sí
señor el leonés.
Como he dicho, justito pude enviar la crónica y las fotos y
me quedé sin conexión de sopetón, así que cerré el ordenador y preparé todo
para volvernos a El Cairo. En el viaje se nos pinchó una rueda, armando un
estruendo bestial. Entre los cuatro cambiamos la rueda, con orden, claro. Cada
uno hacía una cosa y en poco tiempo estábamos otra vez en marcha. No perdimos
más de veinte minutos. Vaya que un día de estos, me veo cambiando las ruedas a
los Hispania Racing Team en la Fórmula 1…
Llegamos al hotel a las 4 y no pudimos entrar a la
habitación hasta las 5 porque uno de los conserjes no le dio la real gana de
darnos una llave para meternos en una habitación. No detallo lo sucedido porque
fue un poco desagradable. Al final conseguimos irnos a la cama y dormir unas
cuatro horas, la tónica en este rally…
Despertar en el Desierto blanco. |
Hoy sábado se ha celebrado la última etapa, con final en el
llano de las pirámides. Emocionante ver cómo llegaban los pilotos y lo
contentos que estaban de terminar la carrera. Me han hecho subir a un camello
de los que están hartos de subir a turistas. Yo me quedo con la moto. Es más
noble.
La habitación que nos dieron, finalmente. |
Por lo demás, pues nada. A trabajar y trabajar y luego la
ceremonia final de entrega de premios donde ha sonado el himno español por Joan
Barreda. Jordi Viladoms, también en el podio ha logrado el subcampeonato. El
título ya se lo había llevado Marc Coma y no le hizo falta venir a correr este
Faraones. El himno que ha sonado, por cierto, no sé si lo han sacado de
internet o qué, pero habría que perseguir a según qué versiones. ¡Dios! ¡Qué
atentado! Igual se vengaron de lo de El Jueves…
Bueno, llega la hora de hacer el balance final de este
Faraones. Y tengo que decir que muy pocas veces me lo he podido pasar tan bien
como aquí. Desde la primera vez que vine siempre me he sentido como en casa.
Por la gente, por el ambiente, por los paisajes, por el deporte y por mi
pasión, que es contar tan mal como sé las cosas que veo.
Siento haberos entretenido una semana con chorradas, quizás,
pero creo que a algunos pensamientos habría que acabar de rebuscar su
significado real en el fondo de esas letras juntadas sin ton ni son por un redactor que hace
lo que puede.
Hasta el próximo… ahora-vuelvo!